Delirio olfativo

La memoria no es  frágil ni poderosa, la memoria es selectiva y evasiva, caprichosa. A veces creo que en la memoria vive un gusanillo pequeño, regordete y con muchas ganas de revolver nuestro mundo. Este gusanillo se parece mucho al de un cuento (del que no recuerdo ni el nombre ni el autor) que tenía un gusto exquisito por la memoria de su huésped;  gusto exquisito porque solo tomaba prestadas las memorias que hacian referencia a literatura, arte e historia.  

Hay otro cuento (cuyo nombre tampoco recuerdo) en el que el personaje es transportado a un momento de su niñez con tan solo el aroma de un panquecillo casero. Aromas de momentos, fragancias de instantes, perfumes de sensaciones.  

He sido transportada a aquel instante en que escribiste te amo en una ventana empañada, te ame por los detalles, se que él tambien lo hizo. Fue un bello instante con olor a lluvia y relámpagos de fondo. 

He sido tranportada a aquel momento en que mis labios se movieron en compañia de otros, acompasados y juntos, por primera vez. Te habías lavado la cara y te quedo un olorcillo de jabón en el rostro, olorcillo que aún me inquieta.

He sido tranportada hacia un momento en el futuro, huele a lluvia, huele a hierba fresca y a sal de la brisa , de la arena y del mar. Dulce momento.

Ah...disculpen el delirio, son las consecuencias de un interminable viaje en bus, un bus con muchos olores y una mente voladora.

Comentarios

  1. M e parece interesante la manera en que transportas y comparas tus ideas sobre la memoria.

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