Acerca del que es

Dios no es perfecto. Dios es amor y el amor no es perfecto. Estoy convencida de que Dios -entendido como una entidad superior*-  es bueno; pero estoy convencida de que cada intento suyo por acercarse al hombre es solo un experimento. Un pedazo de divinidad acá, un poco de pasión allá. A veces el quiere que le reconozcamos y se presenta -cual figura- a un hombre fascinado que levanta templos en su honor; pero solo se muestra en parte porque nosotros -sus conejillos- no podemos comprender todo.

Si, si, Él es amor, entrega todo, anhela lo mejor; pero no procede racionalmente y ahí esta la falla. Dios es bueno, estoy convencida de que sufre de la misma manera en la cual estoy convencida de que ya nada puede hacer por nosotros [excepto esperar]. Cada uno de nosotros posee su divinidad, una parte de él, cada uno proyecta su semejanza y por ende su locura.

Y el diablo ¡Pobre! Hace mucho que dejo de trabajar. Ahora el Diablo anda tan desempleado como su entrañable amigo y compañero, Dios. Ya no hay Job a quien torturar. Ya no hay apuestas que ganar.

No, no ¡Dios no es perfecto! Pero eso -aunque parezca contradictorio- solo me da esperanzas.

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